Las equivocaciones y faltas de respeto de tu amigo
no dejan de ser graves sólo porque es tu amigo.
Si guardas silencio
no eres su amigo
eres su cómplice...
No te falles a ti mismo por una lealtad mal entendida.
Necesidad
Quisiera poder escucharte ahora
Tocar tu carita
Sentir tu mejilla en mi pecho.
Quisiera tener tu presencia y no tu ausencia
Quiero descansar en nuestras certezas y no tener que enfrentarme a las dudas.
Quiero alimentar el sentimiento con la palabra con las acciones
Con esa necesidad de la compañía mutua y constante.
Temo a la distancia al tiempo a los silencios
Umbral crítico
No dejes la puerta abierta al salir.
Ciérrala firme aun cuando tu mano tiemble.
Que queden allí tras ella, encerrados, los recuerdos, sueños, alegrías y tristezas.
Y si una vez soltada de tus dedos la manilla, recuerdas que quedó algo olvidado,
déjalo, no voltees, no toques, no sea que esa puerta se abra nuevamente para ti
permitiéndote entrar a buscar lo olvidado y termines por perder el camino de salida
El verbo estar, en soledad
Estuve en cuerpo y alma.
Estuve incluso sin estar presente.
Estuve con alegría y tristeza, con luz y sombra.
Estuve hasta que esas sombras no me dejaron ver la puerta de salida
entonces le pedí que encendiera la luz para ver mejor donde exactamente me encontraba.
No sólo no encendió la luz sino que puso la llave en mi mano acercando ambas a la cerradura.
Estuve, sí, claro que estuve.
pero sólo estuve yo.
Espera
Cuando usted toque a mi puerta
Verá mi luz asomarse tímidamente
Escuchará el sonido de mi corazón palpitando fuerte
mientras mi mente en silencio pronuncia su nombre.
Llegado ese día lo habré soñado mil veces y pensado mil más
mientras esperaba dejar de ser invisible a sus ojos.
Cuando usted toque a mi puerta
El tiempo transcurrido habrá hecho lo suyo
y esa espera, necesaria y suficiente, por fin dará paso
al encuentro prometido en mis sueños.
Las equivocaciones y faltas de respeto de tu amigo no dejan de ser graves sólo porque es tu amigo. Si guardas silencio no eres su amigo ...